El dodecaedro regular o convexo está integrado en una de las encinas más viejas de Campearte a 6 metros de altura.
La construcción de este magnífico domo respeta totalmente la forma de la encina, siendo así atravesado por sus ramas con las que hay que compartir su espacio interior. Como todo aquí, en esta ocasión, fue un sueño de nuestro gran amigo y compañero de visiones Fred Sardá.
Es un lugar estupendo para conocer los habitantes de las alturas y su forma, en la geometría sagrada, representaría el quinto elemento y nos conecta con el elemento éter. Un lugar muy especial para meditar u observar nuestras emociones al mismo tiempo que estás protegido por las hojas y la brisa.